sábado, 21 de septiembre de 2013

SIDA: ¿Sexo Seguro?



En el mundo se han gastado miles de millones de dólares desde 1970 para promover los anticonceptivos y el "sexo seguro" entre los adolescentes. Es tiempo de preguntarnos ¿Qué se ha conseguido con tanto dinero?
Increíblemente, los líderes del «sexo-seguro» y los promotores de los condones que nos metieron en este lío, aún continúan determinando las políticas en relación a la sexualidad del adolescente. Sus ideas han fracasado y es tiempo de volver a formularlas. ¿Cuánto tiempo ha pasado desde que usted ha escuchado a alguien decir a los adolescentes que es ventajoso no tener relaciones sexuales hasta el matrimonio?
Las ventajas se han ocultado, con trágicas consecuencias. A menos que lleguemos a comprender la enfermedad que acecha al mundo entero, la promiscuidad adolescente continuará y millones de jóvenes -pensando que están protegidos con los condones- sufrirán por el resto de sus vidas.

Sólo existe una manera segura de mantenerse libres del SIDA en medio de una revolución de liberalismo sexual. Esa manera es abstenerse de tener relaciones sexuales hasta el matrimonio y luego de casarse, ser fiel a una pareja no infectada.
Es un concepto que fue ampliamente respaldado en la sociedad hasta los años 60. Desde entonces, surgió una "mejor idea" (promoviendo el libertinaje sexual). Esta "mejor idea" está actualmente amenazando la familia humana en su totalidad.Se plantean preguntas inevitables cuando se propone la abstinencia. Es tiempo de dar algunas respuestas claras:¿Por qué aparte de las consideraciones morales, piensa usted que se debería enseñar a los adolescentes a abstenerse del sexo hasta el matrimonio?
Actualmente, no funciona ningún programa para controlar la pandemia de enfermedades sexualmente transmitidas. La denominada solución del "sexo seguro" en la práctica, es un desastre.
Los condones pueden fallar al menos en un 15.7% en lo que a prevención del embarazo se refiere. Fallan 36.3% al prevenir el embarazo entre las jóvenes pertenecientes a minorías y solteras.
En un estudio hecho entre hombres homosexuales, el British Medical Journal informó que el índice de deficiencia debido a deslizamiento o ruptura del condón es de 26%. Con estos datos científicos, es obvio que a las personas que confían en los condones, para el control de la natalidad, se les debe llamar futuros... "padres".
Considerando que una mujer puede concebir sólo unos cuantos días por mes, sabemos que el índice de deficiencia de los condones debe ser más alto cuando se trata de prevenir una enfermedad que puede ser transmitida los¡365 días del año!.
Aquellos que dependen de un método tan inseguro deben usarlo adecuadamente en cada ocasión y aun así, existe un alto índice de deficiencia por factores que están más allá de su control. La joven víctima, a quien le dicen que este pequeño dispositivo látex es "seguro", no puede saber que está arriesgando el dolor por toda la vida e incluso la muerte por algo tan breve como un momento de placer. ¡Es enorme la carga que se coloca en las mentes y los muertos inmaduros de los adolescentes!
Entre heterosexuales, la Sección Médica de la Universidad de Texas descubrió recientemente que los condones son sólo 69% efectivos en la prevención de la transmisión del virus de inmunodeficiencia humana (HIV). La Dra. Susan Weller, concluye que "cuando nos referimos a la transmisión sexual del SIDA, la única prevención real es no tener sexo con alguien que tiene o puede tener el SIDA".
Aún si gastáramos otros $50 mil millones para promover el uso del condón, la mayoría de adolescentes todavía no lo utilizarían consistente y adecuadamente. La naturaleza de los seres humanos y la pasión del acto sexual simplemente no les proporciona una respuesta disciplinada a los jóvenes.
¿Pero si usted sabía que un adolescente iba a tener relaciones sexuales, no le habría enseñado la utilización adecuada del condón? No, porque tal enfoque tiene una consecuencia no intencional. El proceso de recomendar el uso del condón a los adolescentes los conduce inevitablemente a 5 caminos peligrosos: que el "sexo seguro" es factible;
que todos lo están haciendo; que los adultos responsables esperan que lo hagan; que es algo bueno; y que sus semejantes saben y que ellos también saben que estas cosas engendran la promiscuidad. Estos son mensajes muy destructivos que se dan a nuestros hijos.

Además, los datos propios de la Planificación Familiar muestran que la razón número uno que lleva a los adolescentes a mantener relaciones sexuales es la presión social Por consiguiente, nada de lo que hagamos para contener el "todo el mundo lo está haciendo" resulta que más, no menos personas, lo intenten.
Los programas de distribución de condones no reducen el número de jóvenes expuestos a la enfermedad... por lo contrario, los incrementan radicalmente. ¿Pero si usted fuese padre y supiera que su hijo o hija ha tenido sexo, no preferiría que el o ella utilizaran un condón?¿Qué cantidad de riesgo es aceptable cuando está hablando acerca de la vida de sus hijos?

Un estudio de parejas casadas en las que uno de ellos está infectado con HIV determinó que, 17% de los compañeros que utilizaban condones para protegerse se contagiaron del virus en un año y medio. Decir a nuestros hijos que "reduzcan su riesgo" a una en seis (17%) no es mejor que jugar a la ruleta rusa. Eventualmente, ambos son fatales.

La diferencia es que con una pistola, la muerte es más rápida. Finalmente, imagínese que alguien le obsequia un boleto para viajar a Miami y le dice que esta aerolínea sólo tiene una seguridad de 80%, es decir, que de 10 vuelos sólo llegarán a su destino 8 aviones ¿Usted volaría con esta aerolínea? Los adolescentes no escucharán el mensaje de abstinencia.
Sólo estarás perdiendo tu tiempo y aliento al tratar de venderles una noción como esa.

Es un mito -muy popular- creer, que los adolescentes son incapaces de entender y aceptar la abstinencia sexual antes del matrimonio. Casi el 65% de los jóvenes de secundaria menores de 18 años no han tenido relaciones sexuales. Hace algunos años, en Lexington, Kentucky, USA, se llevó a cabo un evento para jóvenes que presentaba a un ex convicto llamado Harold Morris.

El hablaba acerca de la abstinencia, entre otras cosas. ¡El coliseo tenía asientos para 18,000 personas pero había 26,000 adolescentes! Eventualmente más de 2,000 estaban de pie fuera del auditorio y escuchaban a través de un sistema preparado apresuradamente.

¿Quién dice que los adolescentes no escucharían este mensaje? Incluso los adolescentes que han sido sexualmente activos podrían escoger detenerse. Esto se denomina "VIRGINIDAD SECUNDARIA", un buen concepto que conlleva la idea de que los adolescentes pueden volver a comenzar.
Una jovencita recientemente escribió a Ann Landers para decirle que deseaba haber mantenido su virginidad. Finalizaba su carta diciendo: "Lo siento, no lo hice pero deseo haberlo hecho". Como adultos, responsables necesitamos decirle que, a pesar de todo, ella puede retroceder y avanzar. Ella puede recuperar su autovaloración y proteger su salud, porque nunca es tarde para comenzar a decir "no" al sexo premarital.
A pesar de ello, los defensores del sexo seguro predominan en los círculos educativos, ¿existen ejemplos positivos para los jóvenes de programas basados en la abstinencia?
Felizmente algunos excelentes programas se han desarrollado en USA. Spokane Ayuda al Adolescente (Teen Aid) y el Comité de Padres del Sureste (Southwest Parentes Committee) de Chicago son buenos ejemplos. También tenemos a Próxima Generación (Next Generation) en Maryland, Opciones (Choices) en California y Respeto por el Sexo (Sex Respect); Yo, Mi Mundo, Mi Futuro (Me, My World, My Future); Razones Razonables para Esperar (Reasonable Reasons to Wait); Sexo, Amor y Opciones (Sex, Love & Choices); F.A.C.T.S., etc. son programas basados en la abstinencia que ayudan a los adolescentes a tomar buenas decisiones a nivel sexual.
Sin embargo, establecer y mantener las ideas de abstinencia entre los jóvenes puede ser como escupir contra el viento. No porque no escuchen, porque la mayoría lo hace. Sino porque los mensajes pro abstinencia se sumergen en un mar de la tóxica propaganda para el adolescente "el sexo es inevitable, utiliza un condón", de los profesionales del "sexo seguro".
Ustedes responsabilizan a aquellos que han dicho a los adolescentes que la expresión sexual es su derecho, en tanto lo hagan "adecuadamente" ¿Quién más ha contribuido con esta epidemia?
La industria del entretenimiento debe verdaderamente compartir la culpa, incluyendo a los productores de televisión. Es interesante en este contexto, señalar que la mayoría de canales de televisión y por cable están retorciéndose las manos en relación a esta terrible epidemia del SIDA. Cínicamente algunos profesan que están muy preocupados por aquellos que están infectados con enfermedades transmitidas sexualmente, y... quizá sean sinceros.
Sin embargo, los ejecutivos de la televisión y los magnates del cine han contribuido poderosamente a la existencia y propagación de esta plaga. Durante décadas, representaron a los adolescentes y jóvenes adultos trepando de arriba abajo en las camas de otros como robots sexuales. Sólo a los tontos se les mostraba castos y estos eran tan estúpidos y feos como para no poder encontrar pareja.
Por supuesto, los "feos y estúpidos" nunca enfrentaron ninguna consecuencia por su buena conducta sexual. Sin embargo, los "pitucos y lindos" practicando el sexo seguro contrajeron herpes, sífilis, clamidia, inflamación pélvica, infertilidad, SIDA, tumores genitales o cáncer cervical.
A ninguno de estos pacientes se les ha dicho que no existe cura para su enfermedad o que tiene que enfrentar su dolor por el resto de su vida. Nadie ha escuchado que los diversos tipos de cáncer genital asociados con el virus papiloma humano (HPV) mata a más mujeres que el SIDA, o que las características de la gonorrea son ahora resistentes a la penicilina.
No hay nada sucio. Todo parece muy divertido. Pero, ¿qué precio estamos pagando ahora por las mentiras divulgadas?. El gobierno de Estados Unidos también ha contribuido con la crisis y continúa agravando el problema. Por ejemplo, un folleto de los Centros Federales para el "Control de las Enfermedades y la Ciudad de Nueva York" se titula "Los Adolescentes Tienen el Derecho" y aparentemente intenta liberar a los adolescentes de la autoridad adulta. Dentro de él hay seis declaraciones que conforman la "Declaración de Derechos de los Adolescentes", y son las siguientes:

·         Tengo el derecho de pensar por mí mismo.
·         Tengo el derecho de decidir cuándo y con quien tener sexo.
·         Tengo el derecho de utilizar condones cuando practico sexo.
·         Tengo el derecho de comprar y utilizar condones.
·         Tengo el derecho de expresarme.
·         Tengo el derecho de solicitar ayuda si la necesito.
Bajo este último punto (el derecho a solicitar ayuda) hay una lista de organizaciones y números telefónicos, tanto en el Perú como en el extranjero, que se aconsejan para que los lectores llamen.
La filosofía que rige muchas de las organizaciones incluye el presentar la homosexualidad, el transvestismo, el bisexualismo como estilos de vida aceptables y "normales" y la promoción enérgica del derecho a la expresión sexual de los adolescentes. Seguramente existen muchísimas personas que reconocen el peligro que ahora está amenazando a las generaciones del futuro.
Es tiempo de hablar de un valor pasado de moda denominado castidad. Ahora más que nunca la VIRTUD es una necesidad. Si usted concuerda con nuestro Punto de vista es tiempo de plantear un nuevo enfoque de la sexualidad del adolescente. Por favor, separe este aviso y guárdelo. Llévelo a su próxima reunión del colegio.   Enviélo a su Ministerio de Salud y a sus congresistas.

Distribuya copias en la Asociación de Padres de Familia y Maestros. Y por todos los medios, compártalo con los adolescentes. Empiece promoviendo la abstinencia antes del matrimonio como la más segura manera de sobrevivir a esta terrible epidemia mundial.

Dr. Raúl A. Cantella

PREGUNTAS Y RESPUESTAS SOBRE EL V.I.H

¿Es el SIDA una enfermedad específicamente distinta de las hasta ahora conocidas?
El SIDA tiene muchos aspectos comunes con otras enfermedades que han producido pánico en la historia: carácter contagioso, resultado fatal a largo plazo, extensión rápida hasta constituir una verdadera pandemia. Pero junto a estos caracteres, el SIDA tiene un elemento que hace de esta dolencia algo específicamente distinto: su transmisión va ligada a menudo a comportamientos reprobados por la moral, como son el consumo de drogas, la conducta homosexual y la promiscuidad sexual. Si estableciéramos alguna comparación entre el SIDA y alguna otra enfermedad reciente, la referencia podría ser la sífilis antes del descubrimiento de los antibióticos.
Por su carácter incurable, al menos hoy por hoy, hay un aspecto del SIDA que lo convierte en algo singular: por la responsabilidad moral que puede suponer el haberlo contraído y el poderlo transmitir a otras personas, se cae en la cuenta de las consecuencias del ejercicio de la libertad. Además, el SIDA plantea ante nuestra civilización dos cuestiones adicionales, con una intensidad que hoy no es en absoluto frecuente: por un lado, lo inevitable de la muerte; por otro, las limitaciones de la ciencia y de la técnica, que no tienen respuesta eficaz para todo.
Por un comprensible mecanismo psicológico, mientras existe posibilidad de curación el hombre tiende a alejar de sí la perspectiva de la muerte y basa su seguridad en la eficacia de la ciencia y de la técnica. Pero el SIDA confronta con la necesidad de admitir que la naturaleza plantea límites morales: es propio de la verdad de la libertad humana el asumir las consecuencias, a veces irreparables, de los propios actos; la muerte es la perspectiva vital de todos, y la ciencia y la técnica no son la panacea que lo resuelva todo. De ahí el pánico generalizado que el SIDA produce en nuestros días, y que plantea la necesidad de reflexionar sobre lo correcto o erróneo de algunos elementos culturales que configuran la mentalidad contemporánea.
¿Puede decirse, pues, que en el problema del SIDA existe un aspecto que podríamos llamar cultural?
Sí, por dos razones: la primera es que, en las sociedades desarrolladas, la enfermedad y la muerte se consideran como poco menos que fracasos de los que hay que huir a todo trance, y, en estas condiciones, se tiende a poner en la ciencia y la técnica toda la esperanza; pero el SIDA pone de manifiesto que eso no es suficiente: aunque los avances científicos y técnicos ayuden mucho a la calidad de vida y al bienestar social, tienen unos límites y no pueden anular la responsabilidad del hombre, que debe asumir las consecuencias de sus actos.
La segunda razón es que, al no conocerse para este mal un tratamiento curativo médico eficaz, surge la idea de que sólo puede ser combatido con medidas preventivas tendentes a lograr cambios en la conducta personal; lo cual plantea la cuestión de los valores éticos, es decir, de los criterios últimos de lo que se puede hacer y lo que no se debe hacer. Eso pone en cuestión algunos prejuicios de la cultura moderna como un ejercicio de la libertad sin restricciones ni valores, la irrelevancia social de algunos comportamientos que se llaman privados, etc.
En este sentido, el SIDA, además de una enfermedad, produce un fenómeno cultural que incita a la sociedad contemporánea a replantearse todo un sistema de valores que algunos daban por supuestos. Los criterios necesarios en materia de conductas preventivas del SIDA parecen afectar así, de una forma peculiar, a algunas de las consideradas libertades individuales.
¿Cómo puede afectar a las libertades individuales la prevención del SIDA?
Los que viven en sociedades desarrolladas ya no están acostumbrados a imponerse auto-limitaciones en su conducta ni siquiera para evitar poner en peligro su vida o su salud, especialmente en lo que se suele llamar libertad sexual. La auto-limitación en las conductas personales como medida preventiva sólo se acepta en materia de accidentes (seguros, cinturones de seguridad, casco para motoristas, mineros o trabajadores de la construcción, etc.), y en algunos comportamientos muy concretos, como el hábito de fumar. Pero en el caso del SIDA, el autocontrol en algunos comportamientos con finalidad profiláctica -rechazo del consumo de ciertas drogas y, sobre todo, de las prácticas homosexuales o de la promiscuidad sexual- se considera por algunos una intromisión inaceptable en la autonomía del individuo.


jueves, 19 de septiembre de 2013

PREGUNTAS FRECUENTAS

¿Qué es el SIDA?

Es una enfermedad infecciosa causada por el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), que ataca al sistema de defensas del ser humano y lo deja desprotegido ante cualquier micro-organismo.

¿Cómo actúa el VIH?

El virus entra en el organismo y se reproduce sin causar síntomas por mucho tiempo. Es cuando se dice que una persona es seropositiva; es decir, que tiene el virus pero aún no ha desarrollado la enfermedad. Poco a poco los virus atacan las defensas y dejan al organismo expuesto a diversas enfermedades.

¿Cómo se transmite el VIH?

  • Por contacto sexual no protegido, al intercambiar semen, líquido preeyaculatorio, secreciones vaginales o sangre, con una persona infectada durante las relaciones sexuales.
  • Por vía sanguínea, cuando se realizan transfusiones con sangre infectada o al compartir jeringas.
  • Por vía perinatal, de una madre infectada a su hijo, ya sea durante el embarazo, el parto o por medio de la leche materna.

¿Quién puede transmitir el virus que produce el SIDA?

Todos los que se expongan a cualquiera de las formas de transmisión, sin importar sexo, edad, raza o condición social.

¿Cómo saber si se tiene la infección por el VIH?

La única forma de saberlo es mediante la prueba de detección de anticuerpos contra el VIH, que se hace en el laboratorio con una muestra de sangre.

¿Cómo se puede evitar el contagio por vía sexual?

  • Teniendo relaciones sexuales con una sola pareja que no esté infectada y que a su vez sólo tenga relaciones contigo
  • Evitando el intercambio de fluidos corporales mediante prácticas de sexo sin penetración
  • Usando una barrera que impida ese intercambio, como el condón masculino de látex o el femenino de poliuretano, que empleados correctamente evitan el contagio
  • Practicando la abstinencia de las relaciones sexuales

¿Cómo se puede evitar el contagio por vía sanguínea?

Para evitar el contagio del VIH por vía sanguínea en las transfusiones usa sangre que haya sido analizada y esté libre de virus.
Como el virus también puede transmitirse por compartir jeringas y agujas que hayan estado en contacto con la sangre de un portador del VIH o de alguien que esté enfermo de SIDA, se recomienda utilizar siempre jeringas y agujas desechables.

¿Cómo puede evitarse que una embarazada contagiada infecte a su bebé?

La embarazada seropositiva debe recibir asesoría muy completa sobre los riesgos que corren ella y su futuro hijo, de manera que pueda tomar decisiones conscientes e informadas. En México, actualmente existe un medicamento que administrado a la madre durante el embarazo reduce en forma importante la posibilidad de que el bebé nazca infectado.

¿Existen otras formas de contagio del VIH?

No. Está comprobado que el VIH no puede transmitirse por el contacto casual o cotidiano como los abrazos, las caricias, los besos, o por compartir artículos personales, ni por nadar en albercas. Tampoco se transmite a través de los animales, ni por las picaduras de insectos.

¿Cuándo debe hacerse la prueba de detección del VIH?

Cuando se han tenido relaciones sexuales con penetración, sin el uso adecuado del condón y se sospeche estar infectado. Las personas interesadas en practicarse la prueba de detección del VIH deben acudir a los Centros de Salud donde médicos, psicólogos o trabajadores sociales capacitados brindan información y evalúan si es necesario o no practicar las pruebas.

Unidades Móviles de Prevención del VIH SIDA

Para la prevención de esta enfermedad es fundamental incrementar la educación, por lo cual se busca acercar información a la comunidad a través de 2 unidades móviles equipadas con pantalla, sistema DVD y bocinas para transmitir avisos publicitarios e información relacionada con la prevención del SIDA.
En el interior de estas Unidades Móviles de Prevención se cuenta con lo necesario para practicar, a quien así lo desee, una prueba rápida que detecta anticuerpos del Virus de Inmunodeficiencia Humana, además de proporcionar gratuitamente preservativos.
En caso de resultar positivo, el paciente es referido a alguna clínica u hospital para confirmar el diagnóstico e iniciar el tratamiento correspondiente.
Tú decides, la prevención es la clave para no contagiarte de SIDA
¡Tú eliges!
Llevar una vida sexual responsable es la mejor forma de mantenerte sano.
Cuídate y cuídanos a todos.
Las imágenes usadas en esta sección son del usuario jonathansull (Flickr, para botón en portada).

HISTORIA DEL SIDA

Historia del sida

Los inicios del virus VIH datan de los años 80, cuando se detectan varios casos de neumonía y sarcoma de Kaposi, una variante de cáncer de piel. El hecho de que estos casos en su mayoría tuvieran lugar en pacientes homosexuales, con otras patologías crónicas, dio pie a una investigación más exhaustiva que concluyó con una carencia similar en todos ellos, de un tipo de células sanguíneas.
Estos antecedentes de la enfermedad, a través de infecciones alternativas, nos hacen ver la capacidad del VIH para destruir los sistemas inmunológicos de los infectados, con el consiguiente desarrollo de infecciones de distinto índole, llegando hasta a hacerse crónicas.
Posteriormente, la enfermedad empieza a conocerse como “La Peste Rosa” asociando la aparición de manchas rosas en la piel con la tendencia homosexual de la mayoría de estos primeros casos.
De forma errónea, se extendió esta idea, aunque ya había constancia de otros afectados que también padecían la enfermedad como inmigrantes, receptores de transfusiones sanguíneas, personas que se inyectaban droga y mujeres heterosexuales.
Es en 1984 cuando empiezan a considerar la enfermedad como epidemia, basándose en el estudio realizado a un grupo de personas contagiadas, que habían tenido parejas en común, extrayendo así patrones que lo demostraban.
Otras teorías menos científicas, llegaron a negar que el SIDA proviniese de la infección del VIH y asociaban la enfermedad con el abuso de drogas de la época, como el popper, así como la gran actividad sexual con distintas personas.
El virus ya se bautiza entonces como Acquired Immune Deficiency Syndrome (AIDS).
En este mismo año, fruto de aislar el virus del sida y realizar posteriores estudios, dos científicos franceses lograron desarrollar un anticuerpo que identificaba a los infectados entre los grupos de riesgo. No estuvo este descubrimiento exento de polémica, al anticiparse  a estos resultados un científico estadounidense, valiéndose de la investigación inicial llevada a cabo por los franceses y haciendo observaciones por su cuenta. La polémica se zanjaría en 2008, reconociendo el descubrimiento del virus con  el Premio Nobel, a los dos científicos francés junto con otro investigador.
La segunda mitad de la década transcurrió con el aislamiento social hacia los infectados incluso por parte de sus familiares  y amigos, fundamentalmente por el miedo a contraer el virus y fruto del desconocimiento de las formas de contagio, entre otros motivos. Se dieron casos de niños infectados que no encontraban colegio al que asistir porque los padres del resto de niños se negaban a que sus hijos compartieran aula con ellos, por ese terror que transmitía la palabra VIH, por esa falsa creencia de que cualquier contacto significaría el lastre de esa terrible enfermedad.
Una de las consecuencias de concentrar la atención en la comunidad homosexual, fue la propagación sin control de la enfermedad entre heterosexuales, más en concreto en zonas más desprotegidas como África, Asia o Europa Oriental.
Actualmente los tratamientos antirretrovirales, contribuyen a que se pueda convivir de forma normal con la enfermedad, como si de una enfermedad crónica se tratara, pero sin embargo, estos tratamientos solo están disponibles, en su mayoría, en países desarrollados. De aquí la importancia de que países en desarrollo y subdesarrollados, puedan tener un mayor acceso a los tratamientos y evitar que desarrollen las infecciones asociadas a las que, sin el tratamiento, lamentablemente siguen siendo inmunes.